Génesis 8

1.
Se acordó Dios de Noé.
Este versículo no implica que Dios se hubiera olvidado de Noé durante un tiempo. Es una expresión que indica la solicitud y la gracia divinas. Una conmovedora indicación de la ternura de Dios hacia sus criaturas se halla en la declaración de que Dios también se acordó, junto con Noé, de los demás seres vivientes. Aquel que proclamó que aunque cinco pajarillos "se venden" "por dos cuartos", "con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios" (Luc. 12: 6, 7; cf. Mat. 10: 29-31; 6: 26), recordará a sus hijos fieles que valen más "que muchos pajarillos".
4.
Ararat.
Todos los expositores bíblicos están de acuerdo en que se trata de la región montañosa de Armenia, aunque no se sabe con exactitud qué parte se indica de la cordillera del Ararat. El lugar de la ubicación tradicional, el moderno monte Ararat, tiene dos cumbres: una de 5.165 m y la otra de 3.746 m. Los persas llaman Koh-i-nuha a estas dos cumbres gemelas, lo que significa "la montaña de Noé". Este era un lugar ideal para que reposara el arca mientras bajaban las aguas, y desde el cual los sobrevivientes del diluvio podían esparcirse por todo el mundo (ver com. de cap. 7: 24).
5.
Las aguas fueron decreciendo.
Las aguas disminuyeron gradualmente durante dos meses y medio después que el arca descansó sobre las montañas del Ararat.
7.
Envió un cuervo.

Cuarenta días después de la aparición de las cumbres de las montañas, Noé estuvo ansioso por conocer hasta dónde se habían secado las aguas y si podía abandonar sin peligro el refugio del arca. Como ya se habían retirado las aguas de las partes más altas, el arca estaba a salvo de las tempestades.  
Desde una posición tal en la montaña era difícil determinar hasta dónde se habían retirado las aguas en los valles más bajos. Por lo tanto, Noé envió un cuervo para saber, por el comportamiento del ave, cuál era la condición de la tierra. No pudiendo encontrar un lugar donde descansar, el cuervo estuvo
volando por encima de las aguas y volviendo de cuando en cuando al arca (PP 95).

8.
Una paloma.
Aunque no se dice cuánto tiempo esperó Noé antes de hacer una segunda prueba,la expresión "esperó aún otros siete días" (vers. 10) indica que el primer período de espera también había sido de la 272 misma duración. Una semana más tarde, la paloma se mantuvo alejada todo el día, pero volvió por la tarde con una hoja de olivo, indudablemente de un árbol que había sobrevivido al diluvio.
A la frase "traía una hoja de olivo en el pico" (vers. 11), se añade en hebreo la palabra "arrancada", lo que indica claramente que la hoja no había sido encontrada flotando sobre la superficie de las aguas. Noé reconoció en la hoja de olivo una evidencia de que la tierra debía estar casi seca y que pronto
podría salir del arca. Una semana más tarde, la paloma no volvió, lo que demostraba que la condición de la tierra permitía salir del arca. ¡Cuán gozoso debe haberse sentido Noé!
13.
La cubierta del arca.
Se indica un período adicional de espera, después del cual Noé pensó que había llegado el momento de investigar por sí mismo. Puesto que podía verse poco por las aberturas enrejadas ubicadas debajo del techo del arca, quitó una parte del mismo. La palabra "cubierta", mikseh, se usa en el AT para designar el techo del tabernáculo (Exo. 26: 14), y también lo que cubría los muebles del santuario mientras éste era transportado (Núm. 4: 10-12). Puesto que estas coberturas eran de pieles, es posible que la cubierta del arca lo hubiera sido también (ver com. de cap. 6: 16).
14.
En el mes segundo.
A Noé le pareció que el terreno estaba suficientemente seco. Sin embargo, como
Dios había cerrado la puerta del arca, Noé esperó la instrucción de Dios en
cuanto al momento de salir de ella. En total esperó 57 días más, antes de que
las aguas se hubieran escurrido del todo y Dios pudiera dar el permiso deseado.
Si suponemos que siempre se trató de meses de 30 días (ver com. de cap. 7: 24),
el cuaderno de bitácora del arca durante el diluvio habría tenido la siguiente
descripción:
Mes Día Año
Noé entra en el arca. Gén. 7: 4, 7, 10........ 2
10 600
Comienzo del diluvio. 7: 11.........................
2 17 600
Llueve y prevalecen las aguas (primeros 40 días
del diluvio). 7: 4, 12, 17...............................
3 27 600
"Prevalecieron las aguas" (110 días adicionales).
7:24...............................................................
7 17 600
El arca descansa sobre las montañas de Ararat.
8: 4................................................................
7 17 600
Se ven las montañas. 8: 5..........................
10 1 600
Se envía el cuervo (40 días después). 8: 6....... 11
11 600
Se envía la paloma
por primera vez. 8: 8; PP 95.............................
11 18 600
Se envía la paloma por segunda vez. 8: 10.. 11
25 600
Se envía la paloma por tercera vez. 8: 12......
12 2 600
Se quita la cubierta del arca;
se secan las aguas. 8: 13................................
1 1 601
Noé sale del arca. 8: 14-16.............................
2 27 601
Pasaron exactamente cinco meses desde el comienzo del diluvio hasta que el arca
reposó sobre las montañas de Ararat (cap. 7: 11; 8: 4). Este período también se
presenta como 150 días (cap. 7: 24), lo que indica que los cinco meses tenían
30 días cada uno. Sin embargo, no es seguro si el año del tiempo de Noé era
lunar o solar o si comenzaba en la primavera o en el otoño.
El arca constituye una prueba de la bondad de Dios y de la fe obediente de Noé.
El arca fue un refugio en tiempo de peligro, un hogar para los que no lo
tenían y un templo donde la piadosa familia de Noé rendía culto a Dios. Los
llevó a salvo desde el mundo antiguo hasta el nuevo, de un ambiente de vicio y
pecado a una tierra purificada. El arca fue el lugar destinado por Dios para
la salvación; fuera de ella no había seguridad. Así como fue en los días de
Noé, será cuando el mundo llegue a una terminación súbita con la venida del
Hijo del hombre (Mat. 24: 37). Los que desean ser salvados deben valerse del
recurso que Dios ha provisto para su salvación.
16.
Sal del arca.
Noé había aprendido a confiar en Dios y a esperar pacientemente, como resultado
de sus 120 años de predicación y construcción del arca. Ese largo período de
activa labor fue seguido por más de un año dentro del arca. Durante las
primeras semanas y los primeros meses Noé y su familia habían experimentado
lluvia incesante, 273 furiosas tempestades y tremendos cataclismos de la
corteza terrestre, todo lo cual amenazaba con destruir su frágil embarcación.
Posteriormente, cuando el arca reposó sobre las montañas de Ararat, comenzó un
tedioso lapso de espera que duró más de siete meses. Con cuánta frecuencia
podría haber sentido Noé que Dios había olvidado la solitaria arca y a sus
ocupantes en aquella cima montañosa. ¡Felices virtudes gemelas, la fe y la
paciencia! Con qué gozo anhelante debe haber escuchado Noé una vez más la voz
de Dios que le ordenaba que saliera.
17.
Fructifiquen y multiplíquense.
Esta declaración ha sido considerada por algunos comentadores como un indicio
de que Dios había limitado la función reproductora de los animales durante el
año que pasaron en los apretujados recintos del arca. Ahora se repite la
bendición dada originalmente en la creación para que los animales se
multiplicaran y llenaran la tierra (cap. 1: 22).
18.
Salió Noé.
Noé y su familia salieron cuando un ángel descendió del cielo y abrió la puerta
de par en par, la misma puerta que había cerrado un año antes. Los animales
siguieron el ejemplo de Noé, saliendo del arca en orden, cada uno según su
propia especie. Este instinto de asociarse con otros miembros de su propia
especie generalmente es característica del mundo animal hasta el día de hoy.
20.
Edificó Noé un altar.
Lo primero que hizo Noé después de salir del arca fue un acto de culto. Los
sacrificios ofrecidos por Noé eran no sólo una expresión de gratitud por haber
sido preservado, sino también una nueva muestra de su fe en el Salvador
simbolizado en cada sacrificio de animales. En la ofrenda de "todo animal
limpio y toda ave limpia", Noé puso de manifiesto tanto gratitud como
generosidad. Aunque este pasaje es el primero de las Escrituras en que se
menciona la construcción de un altar, no se debiera pensar que los altares no
se usaban antes del diluvio. La palabra "holocausto" 'oloth, no es la misma
que se usa para describir el sacrificio de Abel. Se deriva de un verbo que
significa "elevarse" y no sugiere la elevación de la ofrenda sobre el altar,
sino la ascensión del humo del holocausto hacia el cielo (ver Juec. 13: 20; 20:
40; Jer. 48: 15; Amós 4: 10).
21.
Percibió Jehová olor grato.
La satisfacción de Dios por la conducta de Noé y la forma en que aceptó la
ofrenda de Noé, se presentan en un lenguaje muy humano. La respuesta divina al
ferviente culto de Noé fue la decisión de que la tierra nunca sería otra vez
destruida por un diluvio. Esta promesa no fue comunicada a Noé sino un tiempo
después (ver cap. 9: 8-17). Las palabras "no volveré más a maldecir la tierra"
no quitaron la maldición del cap. 3: 17. Simplemente se refieren a que una
catástrofe universal, tal como el diluvio, no sobrevendría otra vez a la
humanidad. Esto no incluye inundaciones locales.
El intento del corazón del hombre.
Algunos comentadores han visto una contradicción entre este versículo y el
pasaje del cap. 6: 5-7. Dios había decretado el diluvio porque "todo designio
de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal", y
aquí, por la misma razón, promete que nunca más mandaría otro diluvio. Debe
ser que en el primer caso "pensamientos" se refiere a una modalidad intencional
de pensamiento pervertido que se traducía en acción (cap. 6: 5), y en cambio
aquí se refiere a las tendencias inherentes del hombre.
22.
Mientras la tierra permanezca.
Las ocupaciones comunes del hombre, propias de las estaciones, habían sido
completa y universalmente interrumpidas por el diluvio. Ahora Dios le aseguró
a Noé no sólo que no habría nunca más otro diluvio sino que tampoco ocurriría
ninguna otra interrupción semejante del ciclo de las estaciones. Las
estaciones habían sido ordenadas en la creación (Gén. 1: 14) y por lo tanto
deberían continuar.
El relato más notable del diluvio, fuera de la Biblia, aparece en la antigua
epopeya babilonia de Gilgamés. Aunque la sección de la epopeya que trata del
diluvio presenta similitudes notables con el registro del Génesis, las
diferencias entre los dos relatos constituyen una evidencia convincente de la
inspiración y exactitud del registro bíblico. El politeísmo y otras ideas
religiosas paganas le dan a la epopeya de Gilgamés un sabor claramente pagano.
Aunque relatos similares del diluvio persisten hasta el día de hoy en todos los
sectores de la humanidad, es tan sólo natural que la narración babilonia sea
más exacta que 274 las demás debido a la proximidad de Babilonia a las montañas
del Ararat. Para mayor información acerca de la epopeya de Gilgamés, véase la
"Arqueología y el redescubrimiento de la historia antigua", en las págs. 122,
123.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
4, 6-11, 13,15-20 PP 95
21 PP 96
22 Ed 101; PP 96; PVGM 49

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